Todos nos vemos más atractivos cuando estamos bronceados. Es cierto que nuestro aspecto parece más saludable y la ropa favorece más cuando hemos tomado el sol. Pero este gesto siempre debe realizarse con moderación y teniendo en cuenta ciertos consejos como los que te vamos a contar a continuación.
Lo que no puedes olvidar a la hora de tomar el sol
Como sabes, la dermatología es una de las especialidades de nuestra clínica que cuenta con más prestigio y reconocimiento en Asturias. Y hoy queremos aprovechar nuestra experiencia en este campo para recordarte ciertos gestos que debes tener en cuenta si vas a tomar el sol.
Es verdad que ya no se ven esos bronceados extremos que tanto abundaban a finales de los años 80. Los peligros de la exposición solar han ido calando en una sociedad cada vez más concienciada, pero sigue siendo necesario insistir en ciertos aspectos:
1.- Limita el tiempo de exposición solar diaria y evita las horas centrales del día:
Aunque el sol nos aporta muchos beneficios, siempre debe tomarse con moderación, procurando no estar más de 30 minutos seguidos. Es bueno combinar tomar el sol con momentos de sombra bajo la sombrilla, baños en el mar o paseos por la orilla.
Es fundamental evitar la exposición solar entre las 12 y las 16 horas. En esta franja, los rayos solares tienen una incidencia más directa y, además de ser más perjudiciales para la piel, pueden provocar mareos, dolores de cabeza o insolaciones.
2.- Aplica el protector solar en casa 30 minutos antes de la exposición:
Este consejo tiene una doble razón de ser. Por un lado, el protector solar será absorbido por tu piel y así podrá aportarte la protección que necesitas. Y por otro lado, siempre te aplicarás mucho mejor el protector si lo haces en la tranquilidad de tu casa. Una vez aplicado el protector 30 minutos antes de tomar el sol, debes renovar esa aplicación cada 2 horas aproximadamente y siempre después de cada baño o de haber realizado ejercicio físico intenso.
3.- Usa un protector específico para cada parte del cuerpo:
No debes usar un protector para todo el cuerpo de la misma forma que no utilizas un solo jabón. Lo ideal es que tengas un protector solar general para el cuerpo, otro especial para la cara y otro para zonas sensibles que suelen sufrir quemaduras como el espacio entre los senos, la zona superior de las axilas o la espalda.
No te olvides de las áreas próximas a la ropa de baño, especialmente inglés y barriga que suelen quemarse, al igual que orejas, empeine, plantas de los pies… y otras partes del cuerpo que son las grandes olvidadas en el reparto del protector solar.
4.- Hidrátate con frecuencia mientras estés tomando el sol:
Una buena hidratación es básica en cualquier momento, pero mucho más si estás practicando ejercicio o tomando el sol. Estar bajo el sol provoca una gran deshidratación en nuestro organismo por la incidencia de los rayos solares. De ahí que sea fundamental beber abundante agua, siempre bebiendo de manera espaciada y a sorbos pequeños. Agua con limón o zumos naturales también son una gran opción para estar hidratado en la playa o en la piscina.
5.- Controla tus manchas u otras lesiones en la piel:
El sol del verano puede hacer que tus manchas y lunares cambien, por lo que debes llevar un autocontrol para detectar cualquier anomalía. No tienes que contar todas tus pecas, pero sí es importante estar atento al tamaño y al color de de los lunares para poder detectar cambios y posibles melanomas. Y ante la mínima duda al notar un cambio de forma, tamaño o color.
Es fundamental que las personas con nevus o manchas sospechosas sean especialmente cuidadosas cuando se exponen al sol y realicen una revisión al final del periodo estival. También deben tenerlo las personas que:
• tienen piel clara o sufren quemaduras con facilidad.
• tienen historia de quemaduras solares en infancia.
• tienen más de 50 lunares.
• tienen una historia familiar de cáncer de piel.
• tienen más de 50 años.
• tienen un trasplante de órganos.
En Higea Salud Integral queremos que disfrutes del verano y de todo lo bueno que nos ofrece pero siempre con el cuidado y la protección necesaria para no poner en peligro tu salud.