Los Miomas Uterinos
Autora: Dra. Toña Rodríguez Pareja
Unidad de Salud de la Mujer de Higea Salud Integral
Los miomas uterinos, también conocidos como fibromas uterinos o leiomiomas, son tumores benignos que se desarrollan en el útero de las mujeres. Estos tumores están compuestos principalmente por tejido muscular y tejido conectivo, y pueden variar en tamaño desde pequeños nódulos hasta masas grandes.
Los miomas uterinos son muy comunes, y se estima que afectan a alrededor del 20% al 80% de las mujeres en algún momento de sus vidas, generalmente durante la edad reproductiva. La mayoría de las veces, los miomas uterinos no causan síntomas y pueden pasar desapercibidos. Sin embargo, en algunos casos, pueden provocar problemas de salud y síntomas incómodos.
Los síntomas más comunes asociados con los miomas uterinos incluyen períodos menstruales abundantes y prolongados, dolor pélvico, presión o sensación de plenitud en la parte inferior del abdomen, necesidad frecuente de orinar, dificultad para vaciar la vejiga por completo, dolor durante las relaciones sexuales y distensión abdominal. En casos raros, los miomas pueden interferir con la fertilidad o causar complicaciones durante el embarazo, como parto prematuro o aborto espontáneo.
La causa exacta de los miomas uterinos no se conoce con certeza, pero se cree que varios factores pueden contribuir a su desarrollo, incluyendo cambios hormonales, predisposición genética y factores de crecimiento. Los miomas uterinos generalmente se diagnostican mediante un examen pélvico, ecografía u otras pruebas de imagen.
El tratamiento para los miomas uterinos depende de la gravedad de los síntomas, la edad de la mujer, sus planes de tener hijos en el futuro y la ubicación y tamaño de los miomas. Las opciones de tratamiento pueden incluir desde medicamentos para controlar los síntomas, hasta cirugía para extirpar los miomas o, en casos más graves, la extirpación completa del útero (histerectomía).
Es importante destacar que, si bien los miomas uterinos pueden ser preocupantes, la mayoría de ellos son benignos y no representan un riesgo para la salud general o la vida de una mujer. Si tienes preocupaciones sobre los miomas uterinos, te recomiendo consultar a un médico especialista en ginecología quien podrá evaluar tu situación específica y ofrecerte el mejor tratamiento y manejo.
La Candidiasis Vaginal
Autora: Dra. Toña Rodríguez Pareja
Unidad de Salud de la Mujer de Higea Salud Integral
La infección genital por hongos en la mujer es comúnmente conocida como candidiasis vaginal. Es causada por el crecimiento excesivo del hongo Candida, en particular la especie Candida albicans, en la región genital femenina.
Los síntomas más frecuentes de la infección por hongos incluyen:
- Picazón intensa en la zona genital.
- Ardor o dolor al orinar.
- Enrojecimiento e inflamación de la vulva.
- Flujo vaginal espeso, blanco y similar al requesón.
Las infecciones por hongos pueden ser causadas por diversos factores, como cambios en los niveles hormonales, uso de antibióticos, diabetes no controlada, uso de ropa ajustada o húmeda, embarazo y sistema inmunológico debilitado.
El tratamiento para la infección por hongos generalmente implica el uso de antifúngicos tópicos, como cremas o supositorios vaginales, que pueden comprarse sin receta médica en la mayoría de los casos. Es importante seguir las instrucciones de uso y completar el tratamiento recomendado, incluso si los síntomas desaparecen antes.
Además del tratamiento médico, puedes tomar medidas para prevenir futuras infecciones por hongos, como mantener la zona genital limpia y seca, evitar el uso de productos perfumados o irritantes en la zona, usar ropa interior de algodón y evitar el uso prolongado de antibióticos, a menos que sean recetados por un médico.
Si experimentas síntomas de infección genital por hongos, te recomiendo que consultes a un médico o ginecólogo para obtener un diagnóstico preciso y recibir el tratamiento adecuado. El profesional de la salud podrá evaluar tus síntomas, realizar pruebas si es necesario y proporcionarte las recomendaciones apropiadas para tu situación particular.
Suelo pélvico… ese gran desconocido
Autora: Toña Rodríguez Pareja (Ginecóloga)
El “Suelo Pélvico “, ese concepto que a más de un@ le sonará a mercado inmobiliario… ha llegado para quedarse.
Durante muchos años las mujeres han convivido con patologías que han asumido como normales, y se han resignado ante sus dolencias; en este grupo encontramos las derivadas de los defectos del suelo pélvico, pero ¿qué es el suelo pélvico?
El suelo pélvico, a pesar de ser una de las partes más importantes del cuerpo de una mujer, sigue siendo el gran desconocido. Es el conjunto de músculos y ligamentos que rodean la cavidad abdominal en su parte inferior, sostienen todos los órganos pélvicos (vejiga, uretra, útero, vagina y recto) y aseguran su normal funcionamiento.
Se incluye dentro del sistema core, los músculos profundos que forman las paredes que “encierran” nuestro tronco: el abdomen, el diafragma, los oblicuos, la musculatura lumbar y el suelo pélvico.
La musculatura del suelo pélvico experimenta cambios a lo largo de la vida de la mujer. En algunas ocasiones se debilita y sufre cambios. En otras simplemente requiere más atención.
El suelo pélvico se daña cuando recibe un exceso de presiones, tensiones o lesiones en alguna de las estructuras de la zona pélvica
Hay situaciones de la vida de la mujer como el embarazo, parto, posparto y menopausia que pueden tener repercusión sobre el suelo pélvico. También interfieren sobre él los deportes de impacto, la obesidad, la tos crónica….
¿Cómo puede afectarme el deterioro de mi suelo pélvico?
El suelo pélvico es participe en múltiples situaciones. Un suelo pélvico debilitado puede provocar:
• Incontinencia urinaria
• Prolapsos: caída de los órganos intraabdominales
• Dolor lumbar
• Disfunciones sexuales
• Problemas de estabilidad de la columna lumbar
• Dolor pélvico
• Falta de control de los gases o incontinencia fecal
¿Tiene solución la patología del suelo pélvico?
En la patología de suelo pélvico tiene un papel fundamental la prevención, pero también la rehabilitación y recuperación de las patologías ya generadas. Así como el diagnóstico correcto de las distintas dolencias.
No dejes en el olvido tu suelo pélvico, que puede generarte pérdida en tu calidad de vida. ¡¡¡No te conformes!!!