La llegada de los hijos. Un reto en la pareja
Autora: Lourdes Conte Vivas – Psicóloga.
Unidad de Salud Psicológica – Higea Salud Integral
La llegada de los hijos puede afectar a una pareja de diversas maneras. Aunque cada pareja y cada situación son únicas, aquí hay algunas formas comunes en las que la llegada de los hijos puede influir en la relación:
Cambios en la dinámica de tiempo y atención: La llegada de un hijo implica una redistribución del tiempo y la atención de la pareja. Ambos padres deben adaptarse a las necesidades del bebé, lo que puede resultar en menos tiempo y energía para dedicarse mutuamente. Esto puede generar estrés y desafíos para mantener una conexión emocional fuerte.
Cambios en la comunicación: La comunicación entre la pareja puede verse afectada debido a las nuevas responsabilidades y demandas asociadas con la crianza de los hijos. La falta de sueño, el cansancio y el estrés pueden dificultar la comunicación efectiva y la resolución de conflictos. Es importante que los padres se esfuercen por mantener una comunicación abierta y honesta, y buscar momentos para hablar sobre sus necesidades y preocupaciones.
Nuevos roles y responsabilidades: La llegada de los hijos trae consigo nuevos roles y responsabilidades para ambos padres. Esto puede generar tensiones si no se establecen expectativas claras y equitativas. Es importante que la pareja se comunique y negocie cómo se dividirán las tareas relacionadas con el cuidado de los hijos, el trabajo doméstico y otras responsabilidades para evitar conflictos y resentimientos.
Cambios en la intimidad y la vida sexual: La intimidad y la vida sexual de la pareja a menudo se ven afectadas después de tener hijos. El cansancio, la falta de tiempo y los cambios físicos y emocionales pueden disminuir el deseo sexual y dificultar la conexión íntima. Es importante que la pareja sea consciente de estos cambios y busque formas de mantener la conexión emocional y sexual, como comunicarse abiertamente, encontrar momentos de intimidad y buscar apoyo si es necesario.
Estrés adicional y presión financiera: La crianza de los hijos puede ser estresante y también puede generar presión financiera adicional. Los gastos relacionados con la crianza de los hijos, como pañales, ropa, alimentos y atención médica, pueden tener un impacto en las finanzas de la pareja. Esto puede generar tensiones y preocupaciones. Es importante que la pareja se comunique sobre las finanzas y trabaje juntos para encontrar soluciones y establecer prioridades.
Si bien la llegada de los hijos puede presentar desafíos a una relación de pareja, también puede fortalecerla a medida que los padres trabajan juntos, aprenden a comunicarse de manera efectiva y encuentran formas de apoyarse mutuamente en la crianza de sus hijos. Cada pareja es diferente, y encontrar un equilibrio y una conexión sólida requerirá tiempo, esfuerzo y paciencia.
La ansiedad explicada
Autora: Lourdes Conte Vivas
Unidad de Salud Psicológica de Higea Salud Integral
La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo ante una situación de estrés o peligro. Es una emoción normal que todos experimentamos en ciertas ocasiones, como antes de un examen importante, una entrevista de trabajo o un evento estresante. Sin embargo, cuando la ansiedad se vuelve excesiva, persistente y afecta negativamente la vida diaria de una persona, puede prevenir un trastorno de ansiedad.
El trastorno de ansiedad se caracteriza por preocupaciones y miedos intensos que son desproporcionados en relación con la situación. Estos sentimientos de ansiedad suelen estar acompañados de síntomas físicos, como taquicardia, dificultad para respirar, sudoración, temblores y tensión muscular.
Existen varios trastornos de ansiedad comunes, entre ellos el trastorno de ansiedad generalizada (TAG), el trastorno de pánico, el trastorno de ansiedad social y las fobias específicas. Cada uno de estos trastornos tiene características y síntomas específicos, pero todos implican una sensación abrumadora de ansiedad y malestar.
La ansiedad también puede estar relacionada con otros trastornos de salud mental, como la depresión, y puede ser causada por una combinación de factores genéticos, químicos y ambientales. El tratamiento para la ansiedad puede incluir terapia cognitivo-conductual, medicamentos y técnicas de manejo del estrés. Es importante buscar ayuda profesional si la ansiedad interfiere significativamente con tu calidad de vida.
Entendiendo la fobia social
Autora: Lourdes Conte Vivas
Psicóloga. Unidad de Salud Psicológica
Higea Salud Integral
La fobia social, también conocida como trastorno de ansiedad social, es un trastorno mental caracterizado por un miedo intenso y persistente a situaciones sociales o de rendimiento en las que una persona se siente expuesta a la posible evaluación negativa de los demás. Las personas con fobia social suelen experimentar una ansiedad significativa en situaciones como hablar en público, entablar conversaciones, comer o beber en público, asistir a eventos sociales, entre otras.
Los síntomas de la fobia social pueden variar de una persona a otra, pero pueden incluir:
- Miedo intenso y persistente a situaciones sociales.
- Preocupación excesiva por el juicio o crítica de los demás.
- Temor a ser humillado, avergonzado o ridiculizado.
- Evitación de situaciones sociales o dificultad para enfrentarlas.
- Ansiedad anticipatoria antes de enfrentar una situación social.
- Síntomas físicos de ansiedad, como taquicardia, sudoración, temblores, rubor facial, dificultad para respirar, entre otros.
- Baja autoestima y autocrítica constante.
- Dificultad para establecer y mantener relaciones personales.
La fobia social puede tener un impacto significativo en la vida de una persona, afectando su bienestar emocional, relaciones interpersonales, educación, carrera y calidad de vida en general. Puede limitar las oportunidades y el desarrollo personal si no se trata adecuadamente.
El tratamiento para la fobia social puede incluir terapia cognitivo-conductual (TCC), medicación y enfoques complementarios como técnicas de relajación y mindfulness. La terapia cognitivo-conductual se centra en identificar y modificar los pensamientos y creencias negativas, así como en desarrollar habilidades sociales y estrategias de afrontamiento efectivas.
Si crees que puedes estar experimentando fobia social, te recomendaría buscar ayuda de un profesional de la salud mental, como un psicólogo o psiquiatra. Ellos podrán realizar una evaluación adecuada y recomendarte el tratamiento más apropiado para ti. Recuerda que la fobia social es un trastorno común y tratable, y muchas personas han logrado superarla con la ayuda adecuada.
Entendiendo el estrés postraumático
Autora: Cristina Candón Cornejo
Psicóloga. Unidad de Salud Psicológica
Higea Salud Integral
El estrés postraumático, también conocido como trastorno de estrés postraumático (TEPT), es un trastorno psicológico que puede desarrollarse después de una experiencia traumática. Se caracteriza por la persistencia de síntomas emocionales, cognitivos y físicos que causan un malestar significativo y afectan el funcionamiento normal de la persona.
El TEPT puede ocurrir después de experiencias como la violencia, abuso físico o sexual, desastres naturales, accidentes graves, combate militar u otras situaciones que amenazan la vida o la integridad personal. No todas las personas que experimentan un trauma desarrollan TEPT, pero puede afectar a cualquier persona, independientemente de su edad, género o antecedentes.
Los síntomas del TEPT pueden variar, pero generalmente se dividen en cuatro categorías principales:
Reexperimentación del trauma: Las personas con TEPT pueden experimentar recuerdos recurrentes y angustiantes del evento traumático a través de imágenes, pensamientos intrusivos o pesadillas. También pueden tener reacciones físicas intensas, como sudoración, palpitaciones o sensaciones de pánico, cuando se encuentran con recordatorios del trauma.
Evitación: Para evitar revivir el trauma, las personas con TEPT pueden evitar lugares, actividades, pensamientos o conversaciones que les recuerden el evento traumático. También pueden presentar una disminución del interés en actividades previamente disfrutadas, sentimientos de desapego emocional hacia los demás y una sensación de un futuro limitado.
Hiperactividad: El TEPT puede provocar una respuesta de alerta constante, lo que lleva a una sensación de estar siempre en guardia. Esto puede manifestarse a través de dificultades para conciliar el sueño, irritabilidad, dificultad para concentrarse, hipervigilancia y respuestas exageradas de sobresalto.
Alteraciones del estado de ánimo y cognición: Las personas con TEPT pueden experimentar sentimientos de culpa, vergüenza, tristeza o desesperanza. También pueden tener dificultades para recordar detalles importantes del evento traumático y tener pensamientos negativos sobre sí mismos o el mundo en general.
El estrés postraumático es un trastorno que puede afectar significativamente la calidad de vida de una persona y su capacidad para funcionar en diversas áreas. Si sospechas que tú o alguien que conoces puede estar experimentando TEPT, es importante buscar ayuda profesional. Los tratamientos para el TEPT suelen incluir terapia psicoterapéutica, como la terapia cognitivo-conductual (TCC), la terapia de exposición, la terapia familiar, así como en algunos casos el uso de medicamentos bajo la supervisión de un profesional de la salud mental.
El Papel de la Terapia de Pareja
Autora: Lourdes Conte Vivas
Psicóloga. Unidad de Salud Psicológica
Higea Salud Integral
La terapia de pareja, también conocida como terapia matrimonial o terapia de relaciones, es un tipo de terapia psicológica diseñada para ayudar a las parejas a resolver problemas y mejorar su relación. El objetivo principal de la terapia de pareja es mejorar la comunicación, la comprensión mutua y la satisfacción emocional en la relación.
La terapia de pareja aborda una amplia gama de problemas y desafíos que pueden surgir en una relación, como la falta de comunicación, los conflictos frecuentes, los problemas de intimidad, la infidelidad, las diferencias en la crianza de los hijos, los desacuerdos financieros, las adicciones y otros problemas emocionales o de comportamiento que afectan la relación.
El terapeuta de pareja trabaja con ambos miembros de la pareja para identificar y comprender los problemas subyacentes en la relación. Ayuda a cada individuo a expresar sus sentimientos y preocupaciones de manera constructiva, fomentando la escucha activa y el respeto mutuo. También enseña habilidades de comunicación efectivas y estrategias de resolución de conflictos para que la pareja pueda enfrentar los desafíos de manera saludable.
La terapia de pareja también puede ayudar a las parejas a fortalecer su relación incluso cuando no hay problemas evidentes. Al participar en la terapia, las parejas pueden aprender a construir una base sólida de amor, respeto y compromiso, y desarrollar habilidades para mantener una relación satisfactoria y duradera.
Es importante destacar que la terapia de pareja requiere la participación activa y el compromiso de ambas partes. Los terapeutas de pareja brindan un entorno seguro y neutral donde se pueden abordar los problemas de manera abierta y honesta, y ayudan a las parejas a encontrar soluciones que funcionen para ellos. Sin embargo, no todas las relaciones pueden ser salvadas a través de la terapia de pareja, y en algunos casos, la separación o el divorcio pueden ser la mejor opción para ambas partes.
Comprendiendo el trastorno bipolar
Autora: Joaquina Lloreda Morillo
Psiquiatra. Unidad de Salud Psicológica
El trastorno bipolar es un trastorno del estado de ánimo que se caracteriza por cambios extremos y cíclicos en el estado de ánimo. Las personas con trastorno bipolar experimentan episodios de manía, donde se sienten eufóricas, energéticas y tienen un aumento en la actividad y la impulsividad, seguidos de episodios de depresión, donde se sienten tristes, desesperanzadas y tienen una disminución en la energía y la motivación.
Hay varios tipos de trastorno bipolar, que se diferencian por la severidad de los episodios maníacos y depresivos. El trastorno bipolar tipo I se caracteriza por episodios maníacos graves que pueden incluir síntomas psicóticos, mientras que el trastorno bipolar tipo II implica episodios depresivos mayores y episodios hipomaníacos más leves.
Aunque las causas exactas del trastorno bipolar no se conocen completamente, se cree que hay una combinación de factores genéticos, químicos y ambientales que contribuyen a su desarrollo. Los desequilibrios en los neurotransmisores, como la dopamina y la serotonina, pueden desempeñar un papel importante en los cambios de humor.
El diagnóstico del trastorno bipolar se basa en la evaluación de los síntomas y la historia clínica del individuo. El tratamiento del trastorno bipolar generalmente implica una combinación de medicamentos estabilizadores del estado de ánimo, como los estabilizadores del ánimo y los antipsicóticos, y la psicoterapia. El objetivo del tratamiento es controlar los síntomas, prevenir recaídas y ayudar a la persona a llevar una vida equilibrada.
Es importante destacar que el trastorno bipolar es una condición crónica y requiere un manejo continuo. Aquellos que viven con trastorno bipolar pueden beneficiarse de establecer rutinas regulares, mantener una buena higiene del sueño, evitar el estrés excesivo y el consumo de sustancias, y buscar apoyo de profesionales de la salud mental y seres queridos.
Si tú o alguien que conoces está experimentando síntomas de trastorno bipolar, es fundamental buscar ayuda médica para recibir un diagnóstico adecuado y desarrollar un plan de tratamiento personalizado.