Autor: Dr. Javier Romero Fernández (Traumatólogo)
La trocanteritis es un proceso inflamatorio/degenerativo de la inserción tendinosa de la musculatura glútea a nivel del trocánter mayor, que es una protuberancia de la parte más alta del fémur, a nivel de la cadera; o bien, debido a una inflamación de la bursa glútea o trocantérica, que son bolsas serosas que ayudan al deslizamiento de estructuras a dicho nivel. Es una patología muy frecuente, especialmente en mujeres.
¿Cuáles son las causas de la trocanteritis?
La trocanteritis puede tener diversos orígenes. La mayor parte de los casos se debe a microtraumatismos repetidos, traumatismos directos intensos sobre la cara externa de la cadera, actividades deportivas como el ciclismo intenso, subir largos tramos de escaleras, cruzar las piernas y dormir sobre acostado sobre una cadera en concreto.
Otras causas algo menos frecuentes son la existencia de implantes artificiales en cadera que irriten la inserción glútea o las bursas de la cara externa de la cadera.
¿Cuáles son los síntomas de la trocanteritis?
Sus síntomas son muy característicos. Ocasiona un dolor intenso en la región trocantçerica de la cadera, que aumenta al cruzar la piernas o al subir escaleras, generalmente irradiado a la cara externa del muslo, hasta alcanzar a veces el nivel de la rodilla. Generalmente este dolor impide a la persona dormir acostada sobre el lado lesionado, llegando incluso a despertar a la persona.
¿Cómo se diagnostica la trocanteritis?
El diagnóstico de la trocanteritis es fundamentalmente clínico, mediante una adecuada anamnesis y exploración del paciente.
Dentro de los estudios complementarios de primera elección son:
– Radiografía simple: Para descartar la existencia de artrosis de cadera, ver el estado de posible material quirúrgico implantado.
– Ecografía: Para determinar si existe bursitis o degeneración tendinosa, que pueda asociarse o no a un aumento de tamaño de la fascia lata. Asimismo, le ecografía tendrá un importante papel en la realización de terapias ecodirigidas para el tratamiento de la lesión.
Si tengo una trocanteritis, ¿es conveniente hacerme una resonancia?
De entrada, no. Una ecografía y una radiografía simple, serán más que sificientes para confirmar el diagnóstico de presunción.
Los estudios de RMN los reservamos para aquellos casos de trocanteritis que no responden adecuadamente a tratamiento conservador y en los que se plantea una duda diagnóstica debido a la mala respuesta al tratamiento realizado o bien porque se plantee la posibilidad de realizar tratamiento quirúrgico.
¿Cómo podemos tratar la trocanteritis?
El tratamiento de la trocanteritis engloba puede realizarse mediante tratamiento oral, con antinfalamtorios convencionales asociados a ejercicios de estiramientos o fisioterapia. En caso de no respuesta a antiinflamatorios o dolor muy intenso o persistente, recomendamos la realización de infiltraciones locales corticoanestésicas (especialmente aquellas con control ecográfico) que generalmente tienen muy buen resultado. En aquellos pacientes que no responden a este tipo de medidas, las infiltraciones locales con plasma rico en plaquetas están demostrando muy buenos resultados. Los escasos pacientes que no responden a este tipo de medidas, serían candidatos a cirugía.