El periodo perinatal
El periodo perinatal comprende desde las 22 semanas de gestación hasta el primer mes de vida del recién nacido. Junto al seguimiento por parte del ginecólogo obstetra, es muy importante el papel del equipo pediátrico.
Antes del nacimiento, el pediatra podrá ayudar a resolver dudas surgidas a partir de hallazgos ecográficos (que no pocas veces crean mucha angustia innecesaria) o bien por enfermedades familiares u otros motivos. Esta fase de atención médica se denomina atención perinatal. Así mismo el pediatra podrá recomendar en determinados casos la conveniencia de acudir a un centro específico en el momento del parto. Antes del nacimiento es muy útil la consulta con la enfermera pediátrica, que podrá resolver mil dudas y temores, así como asesoramiento sobre todas las adaptaciones del hogar, compras útiles, cuidados inmediatos, etc.
Las primeras visitas con el pediatra tras el nacimiento
La primera visita con el pediatra tras el nacimiento es recomendable agendarla a las 48-72 horas del alta de la maternidad. Esta visita precoz es muy importante, ya que en estas primeras horas es importante comprobar la alimentación y peso, la aparición de ictericia, y descartar cualquier problema o anomalía física que no hubiera dado la cara en la exploración al alta de la maternidad. Además, por supuesto, de ayudar a resolver todas las dudas de los padres.
En función de los hallazgos se programarán las siguientes visitas, habitualmente 5-7 días después, y después a los 15 días, dónde nos aseguraremos de un buen crecimiento y desarrollo neurológico, cicatrización adecuada del ombligo, etc. En estas primeras semanas también es importante el apoyo de la enfermera pediátrica, sobre todo cuando hay problemas con la lactancia. A partir de los 2 meses es muy recomendable la realización de ecografía de caderas, cerebral y abdominal en manos de un ecografista pediátrico experto.
Si todo va bien en este primer mes, se recomiendan visitas mensuales los primeros meses. La razón de estas visitas tan frecuentes al inicio es detectar posibles problemas o enfermedades que pueden aparecer de forma muy sutil y no siempre fácil de detectar para los padres. Un diagnóstico precoz de cualquier problema es muy importante.
Además del asesoramiento en vacunas, alimentación y cuidados del bebé, el pediatra podrá en determinados casos solicitar el apoyo de fisioterapeuta especializada en pediatría.
En resumen, una atención perinatal de excelencia para el bebé comienza antes del nacimiento y es idealmente proporcionada por un pediatra experimentado que coordina a otros profesionales de la salud pediátrica.
En España contamos con excelentes profesionales de la Salud en el sector público, y muy especialmente en pediatría. Sin embargo, en mi humilde opinión, la presión asistencial y la escasez de personal (más después de la pandemia), hace que esta asistencia de excelencia no siempre sea posible en el sistema público.